Como es
conocido, los congresistas tienen derecho a iniciativa legislativa, es decir,
tienen la facultad de presentar proyectos de ley al Congreso para que sean estudiados,
debatidos y, de ser el caso, aprobados como leyes o resoluciones legislativas
(o, al menos, ser utilizados en el procedimiento legislativo que conduce a la
aprobación y promulgación de una de aquellas).
De
acuerdo con lo anterior, podríamos afirmar que el propósito de un proyecto de
ley es convertirse en ley o resolución legislativa y que si no cumple con
aquel, su presentación al Parlamento sería ineficaz e improductiva.
Pues
bien, para evaluar cuan eficaces son los congresistas en el ejercicio de su
facultad de iniciativa legislativa, Reflexión Democrática elaboró un “ranking
de eficacia legislativa”.
Para la
confección del mismo se tomaron en cuenta la cantidad de iniciativas
legislativas elaboradas y presentadas por cada uno de los congresistas durante
los periodos anuales de sesiones 2011-2012 y 2012-2013, y, también, las leyes y
resoluciones legislativas aprobadas, promulgadas y publicadas que correspondan
a proyectos de ley de dichos periodos.
Ahora
bien, para obtener un mayor porcentaje de eficacia en nuestro ranking, los
congresistas debieron haber logrado que la mayor cantidad de sus iniciativas
legislativas se aprueben como leyes o resoluciones legislativas o se utilicen
en el procedimiento de aprobación de una de estas.
Siendo
ello así, fueron contraproducentes para lograr una buena ubicación en nuestro
ranking: (i) presentar demasiados proyectos de ley y (ii) presentar propuestas
legislativas que abordan temas o asuntos que difícilmente terminarán siendo
aprobados.
Precisiones
sobre el cuadro
- Los empates existentes en el porcentaje de eficacia han sido dirimidos otorgándole una mejor valoración a los congresistas que presentaron una menor cantidad de proyectos de ley. Ello, porque la presentación en exceso de propuestas legislativas genera una sobrecarga en las comisiones, que tienen como misión su estudio y dictamen, pero, además, porque consideramos que la facultad de presentar propuestas de ley se debe usar de manera responsable y con mesura.
- Los proyectos de ley presentados en coautoría entre dos o más congresistas fueron considerados como un proyecto de ley para cada uno de ellos.
- Los proyectos de ley respaldados por la firma de algún congresista sin ser de de su autoría o iniciativa no fueron considerados dentro del universo de sus propuestas. Se debe tener en cuenta que una proposición legislativa debe contar con el respaldo de cuatro o seis congresistas, según el tamaño del grupo parlamentario al que pertenece, por ello, al lado del autor de un proyecto de ley figuran, además, otros congresistas que apoyan la propuesta, no obstante, como ya señalamos, estos últimos no han sido considerado como sus autores.
- En verde figuran los veinte primeros puestos en nuestro ranking. Coincidentemente, los mismos alcanzaron al menos el 30% de eficacia. Además, en verde más intenso, se encuentran resaltados los congresistas que quedaron en los cuatro primeros lugares.
- En rosado figuran los congresistas que obtuvieron un 0% de efectividad y, en rojo oscuro, los que no presentaron una sola propuesta legislativa.
- En color ámbar figuran los congresistas que presentaron una cantidad exorbitante de iniciativas legislativas con una efectividad que no alcanzó siquiera el 30%.
- No se pudo verificar la autoría de diez proyectos de ley.
- No han sido consideradas dentro de nuestra estadística las resoluciones legislativas sobre delegación de facultades a la Comisión Permanente, o los nombramientos de magistrados del Tribunal Constitucional, Defensor del Pueblo y Directores del Banco Central de Reserva, entre otras, y tampoco los proyectos de ley que les dieron origen.
Apuntes complementarios sobre los resultados de nuestro “ranking de
eficacia legislativa”
- Se debe tener en cuenta que la labor legislativa de un congresista no comprende únicamente la presentación de proyectos de ley, abarca también la participación y aportes que pueda realizar en el estudio de estos en las comisiones y en los debates en el Pleno. No obstante, esto último no es medido por nuestro ranking.
- Nuestro ranking no mide la calidad del trabajo legislativo de los parlamentarios. Es decir, no mide si los contenidos de las propuestas de los parlamentarios son buenos o malos.
- La distribución de fuerzas dentro del parlamento condiciona la aprobación de proyectos de ley. Es común que el grupo de gobierno y sus afines sean quienes más proyectos de ley logren aprobar. En contraste, los grupos de oposición son quienes más dificultades tienen para aprobar sus propuestas.
- Destacamos y felicitamos al congresista Fernando Andrade del grupo parlamentario Perú Posible por haber ocupado el primer lugar en nuestro ranking. El mismo no solo presentó una cantidad razonable de proyectos de ley (siete), sino que, además, la mayoría de estos se convirtieron en ley (seis), obteniendo así un 85,71% de eficacia.
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