De
cinco disparos, uno en la cabeza acabo con la vida de un joven que participaba
en una fiesta social en el Distrito de Santa María, provincia de Huaura.
Los
hechos ocurrieron al promediar las 4.20 am en la segunda cuadra de la calle
Manuel Oyola, en una vivienda donde se desarrollaba una fiesta social (bautizo)
en donde la victima Andrés Cóndor Echenique -22- había asistido con unos
amigos.
El
alcohol fue causante de una descomunal pelea originada por unos jovenzuelos, lo
que motivo a que la fiesta se paralice por varios minutos y retirar a los desconocidos.
Según
testigos, la victima junto a sus amigos golpearon a su agresor al interior de
la fiesta. Este en venganza se retiró del local y a los pocos minutos regresó
con un arma en el cinto.
“Estaba
fuera de sí, amenazó con disparar a todos. Tenía empuñado su arma en la mano y
todos empezamos a correr. Las balas se escuchaban en ráfaga” dijo una testigo.
Varios
impactos cayeron sobre el cuerpo de Andrés
quien estaba tendido en un charco de sangre en la vía.
Amigos
y con ayuda de Serenazgo lo trasladaron al hospital en donde dejó de existir.
Los
peritos en criminalísticas CSI Huacho perennizaron la escena en un radio de 50
metros a fin de recoger vestigios, evidencias físicas y biológicas del
homicidio. Recogiendo alrededor de 11 casquillos de bala percutadas en un radio
de 2 metros a la redonda, de donde el asesino atacó a los jóvenes.
“Desde
este lugar en donde han sido halladas los casquillos, disparó contra sus víctimas.
Las balas halladas y recogidas van a ser claves en la reconstrucción del crimen”
dijo un experimentado investigador.
La
policía ya tiene identificado al asesino quien sería un obrero de construcción civil
apodado “soli” de dicho lugar.
Esto no puede quedar impune, por el simple hecho de tener "licencia" para portar armas y disparar a quema ropa, la justicia a veces no existe,espero que esta vez sea la excepción, por eso es que muchas personas hacen justicia con sus propias manos, solo esperamos que esto no quede en una simple investigación,ya que el asesino está acostumbrado a matar a personas y a cobrar por esos actos, investiguen a fondo.
ResponderEliminarLamentablemente el barrio de Manuel Oyola hace mucho que dejó de ser una lugar tranquilo para convertirse en una zona delincuencial y muy peligrosa. Yo vivo a pocas casas de donde ocurrió la balacera y a decir verdad esto ya se veía venir, era cuestión de tiempo. Cada fiesta que hacen mis vecinos termina en peleas, disparos al aire, en fin... vivimos rodeados de gente de mal vivir, y las autoridades brillan por su ausencia. Ya se perdió una vida, no esperemos a que ocurran más actos repudiables como éste.
ResponderEliminar