En
el Perú, la prensa cómplice y muy bien avituallada, agita la supuesta
celebridad de ciertos personajes. Hemos tenido un “canciller de lujo”, Javier
Pérez de Cuéllar, quien hasta hoy no explica qué firmó en 1969 en notas
reversales y que habrían definido un límite marítimo con Chile en acto de
traición a la patria; y, ahora para variar, hay un primer ministro que aspira a
gozar del voto de confianza del Congreso. PPK, Pedro Pablo Kuczynski, no es un tecnócrata
cualquiera, es el engreído de las transnacionales, no tiene más amor por otra
cosa que no sean los dólares y la expoliación de este país. ¡Es un vendepatria
de lujo!
¡Por sus obras les
conocereis!
“Pero
su cercanía con nuestro país va más allá y se remonta a los años ’60, cuando
Kuczynski trabajaba en el Banco Mundial. "Tengo desde joven una buena y
larga relación con Chile. Mi primer trabajo en el Banco Mundial fue ir a
analizar las minas de carbón de Lota y Schwager, en 1961", contó en una
reciente entrevista con "El Mercurio".
“Además,
también ha mantenido negocios en Chile, incluyendo su vinculación al directorio
de la Compañía de Aceros del Pacífico (CAP), a principios de la década de los
’90, cuando incluso llegó a ocupar la vicepresidencia. A lo que se suma su participación
a través del fondo de inversión The Latin American Enterprise Found, en el cual
es socio con el chileno Gerardo Sepúlveda, y con el que hasta enero de este año
controlaba la cadena de cementerios Parque del Sendero.” El Mercurio, agosto
17, 2005.
“En
efecto, él junto al ministro de Economía chileno, Jorge Rodríguez, han sido los
principales impulsores del mega proyecto del "anillo energético
regional", con el que se busca compartir recursos energéticos como gas,
petróleo y carbón, entre varios países de América Latina. Además, Kuczynski fue
uno de los artífices de "poner paños fríos" al conflicto diplomático
que a comienzos de año enfrentaron a Chile y Perú por la supuesta venta de
armas a Ecuador, que bloqueó en su momento las negociaciones para un TLC entre
ambos países.” Asociación de Distribuidores del Gas Natural, agosto 18, 2005
“¿Tiene
dudas? Bueno he aquí otro hecho del porqué PPK es el favorito de Wall Street.
Una bandera peruana adornaba la oficina en Nueva York del banco de inversión JP
Morgan, el seis de febrero del 2002. Ese día, luego de 74 años, el Perú volvió
al mercado de valores internacional. La ciudad de los rascacielos fue el
escenario donde se realizó la controvertida emisión de bonos soberanos
[denominados Globales 2015] y canje de bonos Brady de la deuda externa de Perú.
El artifice de este “milagro”: el ministro de Economía y Finanzas Pedro Pablo
Kuczynski. De acuerdo con PPK, se emitieron bonos por US$ 1,414 millones, de
los cuales US$ 500 millones ingresaron a la caja fiscal y US$ 931 millones
sirvieron para canjear bonos Brady, cuyo valor nominal era de US$ 1,212
millones. El canje permitió ahorrar US$ 330 millones. Como resultado de ambas
operaciones, sin embargo, la deuda aumentó en US$ 170 millones.”
“Un
especialista en deuda externa, Guillermo Runciman Saettone, comentó que los
acreedores lo consideraron un éxito porque con este canje recibieron a cambio
un papel por el que se le pagó una tasa más alta. Sin embargo, es bueno para
ellos, pero para el Perú es mayor gasto, a pesar de que a veces el canje
signifique comprar los papeles viejos más baratos del valor nominal. Pero, “por
el lado de las tasas de interés hay un encarecimiento”, dijo el especialista.
De
acuerdo a los datos oficiales del Banco Mundial, a fines de los años 1970’s la
deuda externa del gobierno peruano ascendía a 2.7mil millones de dólares, y a
19.8 mil millones de dólares a finales de 1989 [durante el gobierno de Alan
García, para quienes no lo recuerdan]. El gran incremento de la deuda entre
ambos períodos fue casi totalmente por los préstamos del sector público, es
decir del los gobiernios que pasaron por la Casa de Pizarro —aunque al tipo ya
lo desalojaron de la plazita de al lado.”
“Y
esta historia tampoco cambió mucho en la década siguiente, en estos tiempos,
como resultado del fujimorismo, en gran medida, y del toledismo, la deuda
externa del Perú asciende a unos 27.7 mil millones de dólares a finales de
septiembre pasado. Y de acuerdo a las cifras oficiales, se estima que el
servicio de la deuda —o sea el pago de los intereses por esos préstamos del
exterior que pide el gobierno— es de alrededor de los 2 mil millones de dólares
anuales.
Así,
con esta historia a cuestas, el gato vuelve a la despensa.
¿Hasta
cuando?”. Alexandr Mondragón, La Tribuna Hispana, 2-3-2004
¡Atentos
a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!
¡Ataquemos
al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!
¡Hay
que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!
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