No hay
crimen perfecto, el criminal siempre deja una pista, que conlleva a dar con su paradero. Una frase muy conocida en los pasillos de la
Dirincri “el tiempo que pasa, es verdad que huye”, pero para los
detectives de la División de Secuestros, esta frase no es imposible de revelar
y descubrir los hechos que causan dolor en hogares peruanos.
El caso
de Victoria Alicia Cóndor Cortos -56- recién se inicia tras descubrir que su
cuerpo yacía enterrado en una fosa en las pampas Las Liseras III – Paramonga,
en donde los criminales la torturaron, amordazaron e hicieron sufrir para que
revele las claves de sus tarjetas bancaria y al negar dar información fue
asesinada.
De
acuerdo a las pericias forenses y necropsia de ley practicada al cuerpo de la víctima
que yacía en estado de descomposición, la victima tendría entre 40 a 45 días de
fallecida, tiempo coincidente con su desaparición.
“La hicieron sufrir, la conminaron a revelar su clave, hasta sospechamos que la hicieron cavar su propia tumba, para luego amordazarla y colocar el cañón de una pistola cerca de su cabeza y asesinarla. El impacto fue a corta distancia de arriba hacia abajo, a traición y luego su cuerpo arrojado en una fosa de 2.60 ctms de largo por 1.80 ctms de ancho y de 1 metro de profundidad” contó nuestra fuente.
“La hicieron sufrir, la conminaron a revelar su clave, hasta sospechamos que la hicieron cavar su propia tumba, para luego amordazarla y colocar el cañón de una pistola cerca de su cabeza y asesinarla. El impacto fue a corta distancia de arriba hacia abajo, a traición y luego su cuerpo arrojado en una fosa de 2.60 ctms de largo por 1.80 ctms de ancho y de 1 metro de profundidad” contó nuestra fuente.
Esta
revelación que permitió a dar con el cuerpo de la víctima la hizo el prontuario
delincuente Víctor Antonio Baldin “negro baldin” quien fue capturado el día
viernes al promediar las 20 horas en Lima y confesó donde estaba el cuerpo de
la empresaria.
Según
fuentes policiales fue Anthony Edgar Vásquez Girio -26- quien habría dado la información
de los ahorros de la empresaria, pues paradójicamente era analista de crédito de
la Caja Municipal de Ica – Barranca y conocía de los movimientos bancarios de
la mujer.
Ahora la policía
esta tras los pasos de los demás integrantes de esta organización criminal
denominada “Los extorsionadores de Barranca” que es integrada por al menos 6 personas
entre varones y mujeres.
En este
caso tampoco no se descarta la participación indirecta de la abogada Roció
Jacqueline Granados Abarca, que en un inicio fue detenida tras intentar recoger
el DNI de la víctima de la oficina de Caja Ica en Huaral.
Para los
curtidos y sabuesos detectives de la Dirincri y Divincri Barranca, el móvil habría
sido el robo del dinero de la empresaria que tenía ahorrado en dicha entidad
financiera.
ENTIERRAN A EMPRESARIA
En medio
del dolor, familiares, amigos y vecinos de la familia Cóndor, participaron de
las exequias de la infortunada empresaria barranquina realizada en el campo santo
de Supe Puerto.
Al ritmo
de la música contagiante de banda folklórica fueron enterrados los restos de
Alicia Cóndor Cortos -56- al lado de donde descansa Susana Cortos – madre de la
empresaria.
Los
familiares a viva voz exigen justicia y que atrapen a los asesinos que cegaron
la vida de una próspera comerciante que se inició desde abajo con mucho
esfuerzo y sacrificio llego a sobresalir, pero la muerte se le cruzó en el
camino a manos de feroces criminales que no tuvieron piedad y ni misericordia
para asesinarla y enterrarla en una fosa. Descansa en paz Victoria Alicia Cóndor
Cortos.
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