Muchos solo se emocionan con los nombres de los músicos que la
interpretaron, la incomparable voz de Arturo ‘Zambo’ Cavero y la extraordinaria
guitarra de don Óscar Avilés. Pero lo que no saben los chibolos es que quien
escribió ese sentido tema, que hace llorar hasta a las piedras en nuestro país
y a los compatriotas en el extranjero, fue el inmenso Augusto Polo Campos. Él
todavía está vivo, pero con la salud muy resquebrajada, esperando el gran
homenaje que se merece por haber escrito una de las más hermosas canciones de
nuestra música popular. ¡Ojalá que se lo den en vida!
La canción data, aunque
no lo crean, del año 1977. La represión militar con Francisco Morales Bermúdez
a la cabeza dejaba muertos y los dirigentes eran encarcelados o deportados. La
nación estaba profundamente dividida. La entonces poderosa CGTP planeaba un
paro nacional. Los militares no sabían qué hacer. Todas sus esperanzas las
depositaban en los pies de los jugadores de la selección de fútbol, que iba a
disputar las Eliminatorias para el Mundial Argentina 1978 ante Chile y Ecuador.
Cubillas, Sotil, Muñante, Oblitas, Chumpitaz, Meléndez, Velásquez, Percy Rojas
y Quiroga eran las estrellas de aquel equipo. Los chilenos nos habían eliminado
del Mundial Alemania 1974.
Se respiraba sed de revancha. El influyente general
del gobierno de Morales Bermúdez, Augusto Vinatea, llamó a su tocayo Augusto
Polo Campos una calurosa mañana de febrero. “Buenos días don Augusto, quiero
que nos escriba una canción patriótica, una parecida a ‘Y se llama Perú’, que
resalte valores en medio de tanta violencia y agitación sindical. Eso sí, solo
tiene quince días para entregarla. La cantará el ‘Zambo’ Cavero con la guitarra
de don Óscar Avilés”. Polo Campos sonrió complacido. Nada más conmovedor que la
voz del ‘Zambo’ y el punteo de su hermano Avilés, con quien inmortalizó ‘Cuando
llora mi guitarra’. Una leyenda urbana cuenta que Vinatea ofreció pagarle
quince mil dólares por la canción, ‘mil dólares por día’.
Lo que sí relató el mismísimo compositor es que se despidió diciéndole
al general: “‘Intentaré entregarla en el plazo dado’. Le di la mano, salí y
caminé de frente al ‘Haití’, que quedaba al frente de Palacio. Me pedí un café
y me puse a pensar en la canción, la escribía en mi cerebro. Luego, llamé a la
mesera. ‘Señorita, cóbrese. ¿Me podría traer la boleta, por favor?’. Y en la
parte posterior del papel me puse a escribir la canción. Cuando acabé, caminé
resuelto e ingresé de nuevo a Palacio. Habían pasado quince minutos. ‘Señorita,
deseo hablar con el general Vinatea’. ‘Imposible, don Polo, está en una reunión
con el sindicato de pescadores’”. El compositor se zampó a la oficina:
“¡General, ya tengo la canción!”. “No es posible”, dijo Vinatea, leyendo la letra
del compositor en aquella boleta del ‘Haití’. “Bueno, cántala y -mirando a los
pescadores dijo- si a ellos les gusta, la canción queda, ellos serán el
jurado”.
Al terminar de cantarla, no solo los pescadores, sino el propio
ministro aplaudieron a rabiar. En una semana el tema se grabó y empezó a
transmitirse por televisión. Pero el bautizo de oro del tema se dio durante el
entretiempo del partido trascendental en el estadio Nacional de Santiago de
Chile. Si Perú perdía, quedaba eliminado. Los ‘mapochinos’ ganaban uno a cero
con gol del ‘Negro’ Ahumada. Los muchachos estaban desmoralizados en el camarín
y llegó Remigio Morales Bermúdez con el ‘Zambo’ Cavero, Óscar Avilés y Polo
Campos. “¡Muchachos, carajo, acuérdense de la patria! Cantemos todos juntos ‘Contigo
Perú’”, gritó el ‘tío’ Óscar Avilés.
Las fotos muestran a Muñante, Sotil,
Meléndez cantando con los ojos cerrados y la mano en el pecho el tema de Polo:
“Cuando despiertan mi ojos y veo que sigo viviendo contigo, Perú /Emocionado
doy gracias al cielo, por darme la vida contigo, Perú/ Tú eres muy grande y lo
seguirás siendo, pues todos estamos contigo, Perú /Sobre mi pecho llevo tus
colores y están mis amores contigo, Perú/ Somos tus hijos y nos uniremos y así
triunfaremos contigo, Perú./ Unida la costa, unida la sierra, unida la selva,
contigo, Perú/ Unido el trabajo, unido el deporte, unido el norte, el centro y
el sur (...) Te daré la vida y cuando yo muera /Me hundiré en la tierra,
contigo, Perú...”. Los dirigidos por el gran Marcos Calderón lograron el empate
con tanto del ‘Jet’ Muñante. La canción se convirtió en el marco musical de un
mes de marzo de 1977 trascendental y glorioso para el deporte peruano. Mañana
que se repita la historia ante Colombia.
A los 85 años de edad, don Polo se encuentra mal de salud, pero seguro
celebrará una nueva clasificación a un Mundial. ¡Fuerza, maestro!