La cercanía de la Navidad y Año Nuevo no solo
motivan alegría, paz y felicidad, sino también prisas, estrés, depresión,
suicidios y crímenes en el entorno familiar, que inclusive están en aumento.
Uno de los últimos casos es el de Yessenia
Villanueva, hija de ‘Melcochita’, quien tomó veneno para ratas.
Freddy Vásquez, médico psiquiatra
de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y presidente de la Sociedad Peruana
de Prevención del Suicidio, explicó a Trome que estas fechas son de
acercamiento y reconciliación familiar, pero en otros se acentúan los
conflictos familiares, laborales y se deprimen.
“El no poder dar ni recibir
regalos, la soledad, lejanía o muerte de seres queridos, rupturas amorosas,
problemas económicos, metas no cumplidas y otros factores son percibidos por
muchas personas como pesada carga. Eso puede derivar en angustia, nostalgia,
alteraciones de sueño, irritabilidad y otros síntomas de la depresión. Algunos
quisieran estar sedados hasta el 2 de enero. Sin tratamiento, un 15 % de
deprimidos llegan al suicidio”.
En otros, el licor y celos
enfermizos facilitan el descontrol y crímenes. “Es duro llegar solo(a) a fin de
año. Hay comunicación por Facebook y Whatsapp, pero no es igual a conversar
directo o abrazar. Algunos en el fondo quisieran hacer algo contra sus vidas.
Ahí, las palabras de aliento no son suficientes. Hay que acudir a
especialistas”.
RECOMENDACIONES
Busque ayuda médica si tiene
irritabilidad, se altera su sueño, apetito o concentración, le falta energía,
no disfruta lo que le gustaba, no quiere salir, siente culpa o tiene
pensamientos negativos.
No se presione ni frustre por
compras, regalos ni visitas. Busque compañía de la familia y
buenos amigos.
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