Sereno ejemplar. Un anciano con leve ceguera
estuvo parado en uno de los puntos más críticos por el tráfico en Huacho
esperando que alguien lo guiara para cruzar la pista.
Pasaron varios
minutos y muchas personas, pero nadie lo ayudaba hasta que apareció una mujer serenazgo que al percatarse
de la condición del hombre lo auxilió.
El señor Juan, estuvo
esperando por más de cinco minutos en la vereda para cruzar hacia el otro lado,
fue atendido por la serenazgo.
“Había un policía que dirigía el
tránsito desde su esquina, pero ella se conmovió” dijo una vendedora.
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