Con
llantos de emoción, cánticos y mucha devoción, cientos de fieles acompañaron
ayer al Señor de los Milagros durante
su primer recorrido del año.
Al
mediodía, bajo un fuerte brillo solar, la sagrada imagen salió de su santuario para
llenar de algarabía los corazones de sus fieles, que al verlo levantaron sus
manos como símbolo de veneración.
Antes de la salida, el
cardenal Juan Luis Cipriani hizo una oración: ‘Señor de los Milagros, te
encomiendo al Perú, a las familias y al Papa Francisco’.
Niños, adultos y
ancianos, con los brazos en alto en señal de devoción, se mezclaron entre la
multitud. “… A ti venimos en procesión… A implorar tu bendición”, cantaban con
voz penitente. La gran cantidad de gente hizo que algunas personas se
desmayaran producto de la sofocación.
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