Un dolor inmenso y un profundo vacío dejan
en la familia del magisterio huachano la irreparable pérdida de la profesora Roció
Guardales, victima en el accidente de Churin, el lunes pasado.
Sus restos son velados en el Salón
Pablo VI de la catedral a donde han llegado decenas de arreglos florales de
instituciones públicas y privadas en donde laboró.
Además la multitud de vecinos, amigos,
compañeros de trabajo, docentes están presentes en el velatorio de la reconocida
docente que laboró en diversas ugeles de la Región Lima.
Se supo que la profesora viajaba con
destino a Huacho para realizar algunas gestiones y luego iría a la capital al
Minedu para realizar gestiones en favor de la educación en Oyón.
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