Una momia con 120 tatuajes
reposa en una urna de vidrio del Museo de Arqueología de la Universidad Nacional José Faustino
Sánchez Carrión, en Huacho. Hasta allí llegan estudiantes, científicos, curiosos
y, a veces, chamanes. La osamenta es de un hombre que habría pertenecido a la
cultura Chancay y que vivió entre los siglos X a XV d.C., según estimaciones
del arqueólogo Arturo Ruiz Estrada, quien la halló en 1981.
La momia conserva tatuajes
de color azul oscuro en brazos, piernas, pecho, manos y pies. Los diseños son
variados: aves, felinos, diseños triangulares, rombos, peces, entre otros
motivos zoomorfos.
Los numerosos tatuajes
denotan la jerarquía de este personaje, al que se ha llegado a considerar un
importante chamán de su época, sostiene Henry Marcelo, semiólogo y director del
referido museo. Por ello, incluso hay curanderos que llegan a visitarlo en
señal de respeto.
Pese a su importancia, la
momia es exhibida en una urna cerrada, en la que se han colocado bolas de
naftalina para evitar que las polillas carcoman las mantas de algodón con las que
fue hallada.
El local tiene otros 20
fardos funerarios y 4.000 piezas, entre ceramios, textiles y objetos de cuero y
madera pre-Chancay y Chancay, que se exhiben en similares condiciones.
El museo pertenece a la
Universidad José Faustino Sánchez Carrión (UNJFSC), que destina US$8.000 para
pagar los sueldos de su director, un asistente, personal de seguridad y de
limpieza. No hay más recursos, señala Marcelo, por lo que pide el apoyo del
Gobierno Regional de Lima para garantizar la adecuada preservación de este
valioso patrimonio.
Al respecto, Humberto Barba,
director de Comercio Exterior y Turismo de la región Lima, indica que no ha
recibido una solicitud formal de ayuda del museo. Ello, explica, podría darse
pero pasa por la firma de un convenio, como ha sucedido recientemente con los
museos municipales de Supe y Chancay.
ALGUNAS RECOMENDACIONES
El arqueólogo Carlos Wester, director del Museo Brüning de Lambayeque, refiere que ante la falta de recursos el museo de Huacho puede preservar la momia tatuada en una urna, en cuya base haya agujeros que garanticen un ingreso controlado de oxígeno. “Una urna completamente cerrada genera un microclima que no es el más recomendable”, precisa.
Los fardos deben permanecer
en un ambiente de acceso restringido, con poca luz y en donde se controle la
humedad con deshumedecedores, añade Wester. El resto de piezas pueden exhibirse
pero en repisas de madera previamente tratada. “Los equipos no son costosos,
pero se tiene que contar con un experto en conservación que esté atento a los
cambios en los objetos y vigile la temperatura, luz y ventilación”, recomienda
el especialista.
OTROS DETALLES
ÚNICO EN SU TIPO
En un ensayo sobre el hallazgo de la momia tatuada de Huacho, el arqueólogo
Arturo Ruiz Estrada escribió: “estábamos frente a uno de los cuerpos
momificados con tal cantidad de tatuajes que no se había registrado en la
historia peruana prehispánica”.
DOS MUSEOS REGIONALES
El Gobierno Regional de Lima construirá este año dos museos regionales para la
zona norte y sur de Lima, informó Humberto Barba. En estos proyectos se espera
exhibir parte del valioso patrimonio de la UNJFSC.
Fuente: Comercio.pe
Fotos: Huacho Informa
Estimados amigos.
ResponderEliminarPor favor ¿podrían decirme dónde se encuentra la momia cuya foto aparece en este post? Ya que dicha imagen no se corresponde con el texto.
Muchas gracias. Un cordial saludo,
Mercedes González