De
manera inopinada la fiscalía de prevención del delito y autoridades como la
Diresa, Municipalidad y policía desarrollaron verificación de la calidad del
agua en las piscinas públicas y privadas de esta ciudad.
El
objetivo es conocer en qué condiciones se encuentran las piscinas en cuanto a los
niveles de cloración y las condiciones de seguridad y otros.
Una
de las observadas fue la Piscina El Inka en donde no contaba con el sistema de
cloración respectiva, comunicando los hechos a la municipalidad para la
subsanación respectiva.
Según
el fiscal Bautista Rubio, la respuesta recibida por la MPH es que esta podría ser
cerrada o suspender las actividades mientras que se levanten dichas
observaciones.
En
tanto, en otros locales se les recomendó que adquieran un controlador digital
para el control de la cloración cada cierto tiempo en las piscinas y estas se
mantengan en condiciones adecuadas para los bañistas.
Finalmente,
el fiscal explicó que continuarán con los operativos y si los locales públicos o
privados no levantan estas observaciones la Diresa podría quitarle la licencia
para el uso de las piscinas.
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