(El Sonámbulo).- No hay crimen
perfecto. El criminal siempre deja una pista o huella. Para los curtidos
sabuesos de Homicidios, el brutal asesinato de Magaly Quineche Lanzan -33- habría
sido cometido por un conocido o amigo que la cortejaba.
La crueldad y ferocidad
con que actuó el demencial sujeto se vio reflejada en el protocolo de necropsia
practicada a la occisa, la cual demuestra la
insania, y salvajismo de un ser humano al punto de destrozarle el rostro con
objeto contundente (piedras) para luego arrojarla sin vida a una zanja en la playa de Carquín.
“Tiene destrozado
el rostro desfigurado, lo que demuestra que hubo demencial ataque
con furia al punto de romperle el maxilar derecho, hasta quebrarlo” dijo un
perito.
La policía sospecha
que la mujer conocía a su atacante con quien había salido horas antes y éste al tratar de cortejarla, fue rechazado por lo que afloro su instinto inhumano hasta cometer el crimen.
“Estamos indagando
con que amistades estuvo horas antes del crimen. Con quien se fue o quien fue
la última persona que la vio” contaron.
También la policía,
sospecha que el criminal haya tenido movilidad para desplazarse a la zona y
arrojar el cadáver en la zanja.
“La trasladado semi
insconciente y allí – playa de Carquín – intentó al parecer abusar, por lo que la mujer
se defendió con uñas y dientes y este la
mató a pedradas”
De la víctima, se sabe que es una joven mujer que se dedica a
la venta de productos de belleza y era sobrina de la “Tía Joaquina” conocida
vendedora de ceviche en el sector de Domingo Torero en Hualmay.
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