manos
de los cheff de país sureño de Chile, quienes se han anudados con la exquisitez
que se emplea para cada sazón.
Los
cocineros de nuestra campiña emplearon en la década de los 50 la naranja como
ingrediente para los platos que se cocinaban en esas épocas.
Ante
la escases del limón, un cocinero campiñero la empleó por primera vez dando ese
toquesito de sabor en las comidas huachanas y a partir de ahí esta se emplea
para las recetas criollas.
Es
así que unos empresarios chilenos al ver nuestra naranja agria como ingrediente
en los platos criollas, no dudaron en llevarse las muestras para aplicarlas en
sus comidas y comprobar su sabor. Al igual que el arnaucho.
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